14 de noviembre de 2010

En ese momento, creí odiarlo con todas mis fuerzas por haberme hecho enloquecer de aquella forma, por desearle más que a nada, y por no significar nada para él. Le odié por haber entrado en mi vida y haberla puesto del revés. Y sobre todo, me odié a mi misma por ser tan débil, por haberme dejado arrastrar por él y por haber creido ciegamente cada palabra que me dijo. Pero aún así, lo amaba, lo amaba incluso más que a mi propia vida.  
             

                                    JPGE: mi bebé. Lo más bonito que hay  

1 comentario: