13 de mayo de 2012

¿Vale realmente la pena perder la memoria?


Cuántas veces hemos deseado borrar un día,  un instante, un momento, hasta un año de  nuestras vidas o incluso borrarlo todo y  vaciar nuestra memoria. Cuántas veces deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo, recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Algunos simplemente no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adiós. Si deseáramos en algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo a la frase "comenzar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos? serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se echan de menos. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez. Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a ese gran amor, los brazos más cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo, el dolor más hermoso, la sonrisa más esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro. ¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.  



10 de abril de 2012

El mejor regalo eres tú.

¿Sabes cuales han sido unos de los mejores regalos que he tenido en toda mi vida? Tú. Tu voz pronunciando mi nombre y susurrándome al oído, tu sonrisa cuando más la he necesitado, el que me dijeras 'Te quiero' sin venir a cuento, el haber podido contar contigo cuanto todo iba mal, tus mensajes inesperados que siempre consiguen sacar mi mejor sonrisa, sentir esa sensación que aun me sube por el cuerpo cuando veo tus fotos, haber podido besarte y haber deseado que por nada del mundo terminara ese beso. Haber escuchado un 'Para siempre princesa' dedicado a mí. Haberte sentido mío, solo mío.