21 de enero de 2011

El tiempo pasa y todo sigue igual. Voy navegando en la tranquilidad, flotando en esta miel que tú me das, no me queda nada por andar, tengo todo aquí, ya no quiero más. Nada puede herir mi alrededor, no  hay nada que me pueda hacer sentir mejor. Nadie que me diga lo que cuesta el cielo, hoy no hay pobres, no hay dinero, no hay fuego, no hay hielo, hoy no hay ningún miedo. Nada aquí es más de lo que es, nada aquí se puede corromper, flotando en esta luz hay libertad, no hay que mentir si no hay porque. No hay nada que pueda herir mi alrededor, no hay nada para mí como este calor. Notar en mi corazón tus latidos y sentir que no hay rencor. Nadie que me diga lo que cuesta el tiempo, porque hoy no hay horas, no hay invierno, no hay blancos, no hay negros, no hay infierno y si el mal me mira hoy; sonreiré y seguiré caminando, por ti, por mí.

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